martes, 3 de mayo de 2011

Plantas nativas en Buenos Aires

Plantas nativas en Buenos Aires

Más que oportuno será que la ciudad recupere sus siempre necesarios espacios verdes con especies de la flora autóctona

ES positivo que el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, haya anunciado hace unos días que en su gestión de arbolado público y recuperación de espacios verdes se incorporarán especies de flora nativa para generar refugios naturales para la fauna silvestre y corredores ecológicos.
Este compromiso, que despertó la aprobación de instituciones ambientales, implica el uso de vegetales originarios de la región, ya que son los más apropiados para incrementar la diversidad biológica y, por lo tanto, la calidad de los espacios verdes.
La naturaleza es un bien público que beneficia a todos y es una función clara del Estado velar por su existencia, en este caso integrada al desarrollo de la ciudad. Pero Buenos Aires no alcanza a cumplir con un tercio de los 10 metros cuadrados de espacios verdes por habitante, que es lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) para crear condiciones de sustentabilidad en los centros urbanos.
Debemos ser conscientes de que estos espacios cumplen funciones concretas en el bienestar de la población: desde aminorar picos de calentamiento en el verano hasta facilitar la infiltración del agua de lluvia, funcionar como cortina visual y sonora y generar lugares tranquilos para el esparcimiento y la educación ambiental.
Emplear especies autóctonas también nos acerca motivos de la cultura popular, como puede ser el tala, que ha generado el topónimo porteño "Talar Norte", en Villa Pueyrredón, donde sería recomendable recomponer el paisaje con un pequeño monte del bosque de tala o talar.
Que la ciudad recupere su naturaleza originaria tiene como mayor aditamento ofrecer hábitat y alimento para repoblarla con aves silvestres y mariposas. Una combinación de grandes islas o pulmones verdes, corredores y un archipiélago de jardines con plantas nativas incrementarían notablemente el número de especies de aves silvestres y mariposas en nuestros barrios.
Avanzar de manera similar con arbustos y hierbas en veredas, parques y los nuevos corredores planificados sería sumamente oportuno. Cabe recordar que las plazas suelen tener todas especies foráneas y los censos del arbolado de vereda han mostrado que casi la mitad son de una sola especie, el fresno norteamericano, y las oriundas de este lugar casi no llegan a un dos por ciento.
Con una decisión firme, Buenos Aires puede repoblarse con los colores y las melodías que perdimos y recuperar la identidad de su propia naturaleza.

FUENTE : DIARIO LA NACIÓN
http://www.lanacion.com.ar/1188680-plantas-nativas-en-buenos-aires

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